Nos costó un poco volver a encontrar el lugar. De noche, esa calle se encuentra escasamente iluminada, aunque después de dos o tres pasadas logramos encontrarlo. Entramos tímidamente, ya que -repito- parecía más una vivienda que un restaurante. Pero una de las amabilísimas chicas que trabaja con Daksha nos invitó a pasar, aclarándonos que esa noche habría show y que faltaba un poco para que comenzara. De todas maneras nos preparó una mesa, nos comentó cómo era el menú y nos ofreció ir preparándonos alguna cosa para picar; especialmente para que los chicos fueran comiendo algo.

Todas las mesas estaban al aire libre. Afortunadamente el clima era ideal; evidentemente, en caso de lluvia imagino que la cocina de Daksha no abre al público, o a lo sumo abre para unos pocos que quepan adentro.
No hubo que ordenar ya que no había opciones de menú. Este estaba compuesto por platos para compartir que iban llegando a la mesa sin que los pidiéramos. Había samosas (esas empanadas que Daksha enseña a hacer en sus clases de cocina) y otras comidas vegetarianas estilo buñuelitos, todo esto acompañados por salsas con textura de mayonesa hechas de zapallo o de remolacha. Todo delicioso. Temíamos que los chicos pusieran cara rara cuando les diéramos a comer esas "cosas raras", pero fue todo lo contrario, ellos disfrutaron los platos tanto como nosotros.

Para beber había jugo de naranja exprimido con menta y jenjibre. Una exquisitez, pero ahí sí a los chicos les resultó demasiado exótico y tuvieron que conformarse con la única otra opción: agua mineral.
Después vino el show. Un cantante y músico que interpretaba a la perfección temas de George Harrison y algunos de Los Beatles. Incluso hizo ese de los Traveling Wilburys en donde George Harrison canta con Roy Orbison, Jeff Lynne y algunos más. Muy bueno, y entre tema y tema el cantante no perdía oportunidad para hacer algunos comentarios humorísticos, sobre todo criticando a Justin Bieber, quien recientemente había dejado vergonzosamente un show por la mitad en un estadio de Buenos Aires.

Fue una noche agradable, para recordar y para volver, en donde disfrutamos de una cena sana, rica, bajo una añosa arboleda y en un clima familiar y ameno.
0 comentarios:
Publicar un comentario