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Estuvimos en el Chinatown de Tigre

Quizás nuestras expectativas eran muy altas, pero nos pareció decepcionante. Sin embargo, dado que no se trata de un evento pasajero sino de una espacio planeado para quedarse, confiamos en que vaya mejorando con el tiempo.

Chinatown TigreClaro, uno va con la idea de encontrar una versión del chinatown de Belgrano condensada en unos pocos cientos de metros cuadrados, pero lo que encuentra al ingresar al predio no es eso. Es una feria china, tan difícil de transitar como las que se pueden encontrar en pleno Shanghai, pero con muy pocas opciones de gastronomía oriental (pueden contarse con los dedos de una mano), muchas chucherías e, increíblemente, bastantes espacios dedicados a cosas que nada tienen de oriental; como puestos de fiambres y quesos de campo, o un puesto de rosquillas y pastelería.

Por tratarse del día de la inauguración oficial, la afluencia de gente fue muy elevada y muchos de los puestos se quedaron sin poder ofrecer la mayor parte de las comidas que ofrecían en sus carteles; hecho agravado por nuestra costumbre de ir a almorzar a la hora del té (sin embargo, a la hora que fuimos, ya deberían haber estado preparando la comida para la noche). Alcanzamos a comer unos bollos rellenos con verduras y unos ravioles chinos, que no estaban mal, pero resultaron opacados por la incomodidad y cuestionable higiene de las instalaciones (y no eran precisamente baratos).

Como corolario, esperábamos encontrar algunos productos típicos, como mirin, pescados, mariscos o algas para sushi, pero no había nada de eso. Sí un puesto especializado en galletas de la fortuna (envasadas, no artesanales), atendido por chicas argentinas.

Afuera, en un escenario, un cantante (?) interpretaba, o hacía playback, de una canción en chino con un ritmo frenético.

Para calmar nuestra hambre terminamos comiendo unas hamburguesas en el Burger King frente a la estación fluvial. Recomendación: visitar Tigre, sacar fotos, pasear un poco y por último tomar el tren y, luego de un viaje de 1/2 hora, bajar en la estación Belgrano para visitar el auténtico Chinatown.

Chinatown Tigre
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A chuparse los dedos: abrió Diggs, street-food en Baires

Con modernas técnicas de cocción al vacío, recetas transgresoras y la dirección del chef Dante Franco, llegó a Buenos Aires el primer exponente de la street food de inspiración californiana: Diggs, el primer bar de hot dogs y ribs con planta de elaboración propia. Para comer con las manos y chuparse los dedos, sin renunciar a carnes de excelencia ni al esmero del restaurante convencional.

hot-dogs panchos DiggsYa abrió el primer local de Diggs, situado en Plaza Serrano.

Diez variedades de salchichas y deliciosas ribs cocinadas al vacío a temperatura constante y terminadas al grill; garantía de calidad y procedencia de las carnes de cerdo, vaca, pollo y cordero; planta elaboradora con últimas tecnologías y técnicas artesanales de tratamiento de productos; aderezos originales como mostaza a la sidra, kimchi, chucrut y pepinitos en vinagre.

“Somos pioneros en Buenos Aires: hacemos nuestras propias salchichas y salimos del típico estilo Viena, sin aditivos ni grasas,” explica el chef Dante Franco. Y agrega: “La idea es disfrutar ensuciándose con exquisita comida, cuidada como si se tratara de un restaurante con mantelería y cubiertos, pero en formato barra, abierto toda la noche y con DJ.”

El modelo Diggs, creado por Santiago Olivera y Marcelo Pirogovsky, de exitosa trayectoria en negocios gastronómicos, ya planifica sus primeras franquicias y la inauguración inminente de un segundo local en Buenos Aires.

Facebook: https://www.facebook.com/Diggsbarba/
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Parrillada marítima en La Pescadorita

Quienes hemos pasado los 40 comenzamos a ver a los choripanes, a las mollejitas e incluso a la tira de asado como placeres de antaño, que hemos debido dejar de lado por temor al colesterol y a los triglicéridos. Podemos ponernos a llorar por todas esas delicias que ya no podemos disfrutar, o podemos ver el vaso medio lleno y pensar en la cantidad de otras cosas que se hacen a la parrilla y que sí podemos comer. Como por ejemplo, una parrillada de pesados y mariscos.

Parrillada marítima La Dorita
Una tentadora parrillada con frutos de mar.
Obviamente que hacer pescados y mariscos a la parrilla requiere unas habilidades que no cualquier parrillero tiene. Se puede tener claro cómo hacer a la perfección un pollo parrillero o una colita de cuadril que quede en el punto justo, pero cocinar a las brasas pescados y mariscos es una historia diferente. Por esa razón, lo más conveniente es dejarle esa tarea a los que saben, como el caso de Sebastián Valles, responsable de La Pescadorita, en Palermo (Costa Rica y Humboldt). Don Valles compartió con los lectores de La Nación algunos de sus secretos, como por ejemplo, cuáles son los mejores pescados para hacer a la parrilla: "Algunos de mis preferidos son el salmón blanco, la corvina, puede ser el merluzón y la chernia. Y el que se anime le recomiendo hacer el pescado entero. Para eso, lo mejor es pedir en la pescadería que lo limpien, pero que al hacerlo no lo abran por abajo sino por la parte del lomo. Es decir, que quede unido por la panza y así cuando se pone en la parrilla queda más plano, como si fuera un libro abierto. Es mucho mejor para cocinarlo".

Otro detalle importante es no envolver el pescado en papel aluminio (por tentadora que resulte la idea) y no pasarse de cocción. "Como mucho cinco minutos de cada lado", explica Valles, "pero hay que estar atentos porque no hay nada peor que un pescado sobrecocido. Ahí la carne te da un poco más de margen. El pescado no. Los mariscos, por ejemplo un langostino, se hace en un minuto y medio como máximo".

Bueno, todo muy lindo, pero yo quisiera ver en qué resulta todo eso. La gacetilla de nuestra prensera favorita Carola Chaparro es bastante descriptiva y realmente me dio ganas de ir a probar. Dice más o menos así:

En Noviembre, una bienvenida anticipada al verano: La Pescadorita enciende las brasas más ardientes debajo de sus selectos pescados y mariscos. Llegan a las mesas del salón y a las de la vereda las tan deseadas Parrilladas de Pescados y Mariscos, crepitantes, generosas y exultantes para compartir de a dos.

Como fresco rastro marítimo, también se suma la Ensalada de Mar, un mix perfecto de langostinos, chipirones, salmón rosado, pulpo español, rúcula, choclo, cherrys y champignones.
¿En la copa? helados vinos rosados y blancos, de una carta rica en opciones y bodegas. Y de postre, Cheescake de Maracuyá.

Un espacio único dedicado al arte y la mejor gastronomía marina, con obras del fotógrafo Marcos López, esculturas, murales y piso de venecita: casi como un viaje al fondo del mar, en plena ciudad.

Se me fueron un poco las ganas al leer la letra chica, que dice: "consumo promedio: $ 250". 1000 pesos por una parrillada marítima (somos 4 personas) es un poco mucho para nuestro presupuesto. Pero para quien pueda darse el lujo, aquí tiene los datos para reservar, consultar más info, etc:

En Humboldt 1905. Teléfono 4773 0070/4776/5653
www.lapescadorita.com
Facebook: www.facebook.com/LaPescadorita

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