Porción de chocotorta |
El día del evento, cuando llegó el momento de los postres, los mozos comenzaron a traer los platos para entregar a cada comensal el postre que había elegido con antelación. Y me causó gran sorpresa ver que muchos habían elegido la chocotorta. Otra de las opciones (la elegida por mí) eran un marquise de chocolate con una bocha de helado de frambuesa, y la otra no la recuerdo, pero me suena que era una ensalada de frutas o algo por el estilo. Pero por simple que fuera, siempre será mejor que una chocotorta.
A ver, hay muchas cosas para decir, así es que hay que ser ordenados.
Primero: nadie que se haga llamar chef puede aceptar en su menú la presencia de una chocotorta. Ni siquiera tratándose de un servicio de catering multitudinario. Es una cuestión de orgullo.
Preparación de la chocotorta. |
Tercero: cuando yo era chico, o más bien preadolescente, cuando empecé a ir a fiestas en donde las chicas llevaban la comida y los chicos la bebida, la mesa de la comida estaba llena de chocotortas. Por que era lo más fácil de hacer: no había que cocinar ni tener habilidades especiales. Cualquier niña sin experiencia en la cocina podía hacer una.
Entonces, ¿qué onda con la chocotorta? Cortémosla con esta moda de presentar recetas ridículas como exquisiteces culinarias. Igual que la polenta. Hasta hace unos años, la polenta era lo que se comía los días de semana en la casa de la abuela por que no había otra cosa; hoy, la polenta ocupa un lugar de privilegio en los menúes de renombrados restaurantes. Tres palabras: basta de pavadas.
Increíblemente, hay un sitio web (un sitio web entero) cuya única finalidad es albergar a la receta de la chocotorta: http://www.recetachocotorta.com
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