RSS

¿Qué onda con la chocotorta?

Hace poco me invitaron a un evento con almuerzo en el hotel Sheraton Libertador. Para agilizar los trámites relacionados con el catering, los organizadores tuvieron la acertada idea de enviarme el menú con una semana de anticipación para que yo eligiera lo que querría comer ese día. Me pareció genial: ofrecen a los comensales diversas opciones de comidas (light, vegetarianas, con aves, con carnes rojas, etc.) y a la vez tienen la posibilidad de planificar cuidadosamente la preparación de los platos, sin riesgos de que sobren o falten ingredientes. Todos contentos.

porción de chocotorta
Porción de chocotorta
El menú era escueto, lógicamente (no voy a pretender una carta con gran variedad de platos, siendo que se trataba de un almuerzo para un par de cientos de personas). Pero las opciones estaban bien elegidas. Había tres distintas entradas, tres platos principales y tres postres. También se podía elegir la bebida con antelación. Un detalle me llamó poderosamente la atención en el menú: una de las opciones era chocotorta. "¿En serio?", pensé. "Debe tratarse de una broma", concluí. Pero me equivoqué.

El día del evento, cuando llegó el momento de los postres, los mozos comenzaron a traer los platos para entregar a cada comensal el postre que había elegido con antelación. Y me causó gran sorpresa ver que muchos habían elegido la chocotorta. Otra de las opciones (la elegida por mí) eran un marquise de chocolate con una bocha de helado de frambuesa, y la otra no la recuerdo, pero me suena que era una ensalada de frutas o algo por el estilo. Pero por simple que fuera, siempre será mejor que una chocotorta.

A ver, hay muchas cosas para decir, así es que hay que ser ordenados.

Primero: nadie que se haga llamar chef puede aceptar en su menú la presencia de una chocotorta. Ni siquiera tratándose de un servicio de catering multitudinario. Es una cuestión de orgullo.

preparación de la chocotorta
Preparación de la chocotorta.
Segundo: la receta de la chocotorta viene escrita en el paquete de las galletitas Chocolinas. ¿Se entiende? En un paquete de galletitas. Nada de un libro de recetas del Cordon-bleu, ni de algún cocinero renombrado. En un paquete de galletitas.

Tercero: cuando yo era chico, o más bien preadolescente, cuando empecé a ir a fiestas en donde las chicas llevaban la comida y los chicos la bebida, la mesa de la comida estaba llena de chocotortas. Por que era lo más fácil de hacer: no había que cocinar ni tener habilidades especiales. Cualquier niña sin experiencia en la cocina podía hacer una.

Entonces, ¿qué onda con la chocotorta? Cortémosla con esta moda de presentar recetas ridículas como exquisiteces culinarias. Igual que la polenta. Hasta hace unos años, la polenta era lo que se comía los días de semana en la casa de la abuela por que no había otra cosa; hoy, la polenta ocupa un lugar de privilegio en los menúes de renombrados restaurantes. Tres palabras: basta de pavadas.

Increíblemente, hay un sitio web (un sitio web entero) cuya única finalidad es albergar a la receta de la chocotorta: http://www.recetachocotorta.com


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario