RSS

Crêpes parisinos para darle brillo a tu fiesta

Para comer buenos crêpes de estilo francés hay varias opciones: aprender a hacerlos bien (para lo cual probablemente sea necesario hacerse una escapada a París), ir a comer a San Telmo a la crêperie Un, Dos, Crêpes, o llamar por teléfono a esta misma crêperie y pedirlos a domicilio.

Ludovic Casrouge
Ludovic Casrouge
Por primera vez el francés Ludovic Casrouge, fundador de Un, Dos Crêpes, la crêperie de San Telmo idéntica a las de París, traslada afuera de su local sus preciadas creperas de hierro fundido Krampouz, únicas en Argentina, para realizar eventos privados. Con capacidad para abastecer hasta cien comensales, la original puesta en escena del catering de Casrouge propone instalar en cualquier ambiente el más vistoso y atractivo sistema para hacer crêpes finitas, a la vista de todos los invitados, mientras charlan con el crepier.

Luego del éxito y la enorme convocatoria de sus crêpes durante el Grand Prix Lucullus, el Brunch Francés organizado en el Hipódromo de Palermo para celebrar la primavera, Casrouge le da forma a su cocina para celebraciones privadas: un Menú Clásico y otro Gourmet, con tres opciones saladas y tres dulces en cada uno. Bajo el lema “A voluntad” el sistema consiste en buscar la saciedad de los invitados en forma ilimitada, con la gula como meta: se pueden probar todas las variedades de crêpes, la cantidad de veces que cada uno desee.

¿Qué comer? Crêpes de jamón cocido, queso y huevo; de parmesano, tomates confitados y rúcula; o de muzzarella, tomates frescos y albahaca. Y sino, las opciones gourmet, con crêpes de salmón ahumado, queso crema, limón y ciboulette; o queso brie, cebolla caramelizada y espinaca. El postre, por supuesto, serán las clásicas de dulce de leche y helado de crema americana; de banana y salsa de chocolate casera caliente; de dulce artesanal de frutos del bosque; de manzanas calientes y salsa casera de caramelo; o de Nutella y banana.

“Una crêpe es una garantía de sorpresa en cualquier evento: ver cómo se hacen, se rellenan y se pliegan resulta un espectáculo en sí mismo. Y con un costo muy interesante y accesible por persona”, explica Ludovic Casrouge.

Dirección: Perú 424
Teléfono: 4331 3132
Costo: $160/ $210 por persona (menú clásico o gourmet; mínimo 30 comensales, con vajilla descartable y sin bebidas)

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

Primavera con rock y panchos

Granja Iris estrena su Pancho Truck en el MoviStar Free Music. Los asistentes al evento podrán degustar gratuitamente los panchos de la empresa al ritmo de los recitales en vivo

Granja Iris Pancho TruckGranja Iris se suma a la última tendencia en gastronomía con el lanzamiento de su propio Food Truck -el primero en Argentina con interacción digital- y su primera parada será en el MoviStar Free Music, que se llevará a cabo el próximo domingo 21 de septiembre, Día de la Primavera.

Durante el evento, el camión estará ofreciendo panchos, proponiendo a las personas  que se saquen una foto de su experiencia Granja Iris, como modo de pago, y la compartan a través de las redes sociales con el hashtag #GranjaIrisTruck.

Tras este evento, el Pancho Truck comenzará a recorrer distintos espacios de la ciudad para llevar la "Calidad de Granja" de las tradicionales salchichas de la empresa, las cuales son realizadas desde 1963 con la mejor carne seleccionada, tienen menos conservantes y son aptas para celíacos. Podrás enterarte de las próximas paradas en la Fan Page de Facebook (/GranjaIrisAr) o vía Twitter (@GranjaIris).

"En Granja Iris queremos destacar nuestro compromiso con la calidad y creemos que la mejor forma para demostrarlo es hacer que las personas prueben nuestros productos. Buscamos transmitir nuestra esencia no sólo desde el discurso sino también desde la demostración. Producimos alimentos prácticos y sanos, para que todos podamos consentir a nuestros seres queridos con la tranquilidad de que les estamos dando lo mejor", comentó Yesica Vissani, Responsable de Marketing y Publicidad de Granja Iris.

MoviStar Free Music
Con el lanzamiento de su Food Truck, Granja Iris busca ofrecer a la gente una experiencia de marca, invitándolos a compartirla y recordarla.

La cita es en Pampa y Av. Alcorta, desde las 13:30 horas, el próximo domingo 21 de septiembre.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

El Tobogán, en el centro de Pacheco

En tiempos de crisis, el rubro de los restaurantes está entre los más golpeados, ya que salir a comer afuera se transforma en un lujo que la gente se puede dar en situaciones cada vez menos frecuentes. Entre esa gente nos encontramos nosotros. Pero en nuestro afán de tener algo para comer y contar, buscamos opciones que estén a nuestro alcance aún en épocas de bolsillos enflaquecidos.

Restaurante Tobogán Pacheco
Salón de El Tobogán.
Conocíamos al Tobogán en su rol de rotisería, ya que en varias oportunidades en que nos resistíamos a cocinar recurrimos a esta opción para llevar algo a casa listo para comer. Pero en esta ocasión, sabiendo que se trataba de un lugar barato (y sabiendo además que no debíamos tener expectativas muy altas), fuimos a ver qué tal era como restaurante.

Últimamente estamos mirando mucho "Kitchen Nightmares" por la tele, por lo que cuando vamos a algún lugar a comer, sin darnos cuenta adoptamos una actitud semejante a la del chef Gordon Ramsay y comenzamos a criticar. La primera crítica para el Tobogán es que no existe una carta. El menú es recitado por la moza, por lo cual el comensal debe retener en la memoria las opciones y elegir mentalmente. No son tantas opciones, lo que facilita la tarea, pero lo más grave es que no se sabe cuánto cuesta cada plato. Una importante falla que se mejora con la simple decisión de imprimir varias copias de un menú en el que figuren los precios actualizados.

Los platos son simples. Es que se trata de un restaurante de barrio, y los habitués de estos lugares no buscan platos rebuscados, con ingredientes pretenciosos, sino más bien preparaciones cotidianas: pastas, bifes, milanesas, papas fritas, y algún que otro plato más con el que el cocinero intente expresar alguna inspiración repentina.

En el Tobogán son recomendables las pastas y los estofados; como suele ocurrir en los clásicos bodegones. Se trata de platos abundantes, bien preparados. Por suerte, todo lo que le falta a este restaurante en cuanto a ambientación lo tiene en la cocina. Ninguna queja en cuanto a la calidad de los platos. Sí, en cambio, en cuanto al tiempo que demoran, pero con un poco de paciencia eso se soluciona.

Restaurante Tobogán Pacheco, barra y kiosco
Barra y kiosco de El Tobogán.
La ambientación es el aspecto en el que el Tobogán saca su puntaje más bajo. Hay poco o ningún empeño en la decoración; sin embargo, en lo alto hay un imponente televisor plano de muchas pulgadas que atrae como un imán la vista de todos los comensales. Seguramente el televisor tuvo la intención de dar a la gente la posibilidad de ver los partidos de algún mundial durante los desayunos, almuerzos o cenas, y después del mundial quedó como un presunto valor agregado, exhibiendo películas, telenovelas o lo que sea que el dueño del restaurante quiera ver. Nosotros fuimos un sábado después de las 10:00 PM, y estaba exhibiendo una película que claramente no era apta para menores. Pasamos un momento incómodo, ya que acudimos con un menor. Otra importante falla fácil de resolver.

A la hora de los postres, lo único que quedaba era budín de pan (otro clásico de bodegón) y helados envasados. Optamos por el budín acompañado de dulce de leche, y fue un buen corolario para retirarnos con el hambre satisfecha y, por suerte, con los bolsillos no mucho más vacíos de lo que estaban al entrar.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS