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¡Prohibido comerse las obras de arte!

Por más apetitosas que se vean, hay que tener cuidado de no comérselas. Por dos razones: la primera, que están hechas con materiales no comestibles, y la segunda, que tienen personalidad, sentimientos e historias para contar. Son las creaciones de la artista plástica Camila Valdez, a quien se la puede ver hasta hoy (8/6) creando y describiendo sus obras (y las historias de éstas) en la exposición Open Arts 2014 en Norcenter.

Bombonita, la bombona helada
Bombonita
Vistas desde cierta distancia, parecen maquetas de comida comunes y corrientes, de esas que se usan para decorar las vidrieras de las pastelerías. Sin embargo, una mirada más de cerca revela detalles que hacen que cada una de estas obras de arte tenga un relato que la acompaña.

Dominando la escena está Bombonita, una bombona helada de tamaño humano, luciendo sus piernas con medias tres cuartos, a quien algún goloso le clavó los dientes, robándole una de sus esquinas y revelando su interior de frutilla.

Shhh, Doña Medialuna duerme.
Dispuestas sobre una mesa se pueden ver muchas creaciones de apetitosa apariencia, la mayoría de las cuales cuentan con piernas u otras partes anatómicas de personas o animales. La excepción es Doña Medialuna, que aparece con su aspecto natural de medialuna de manteca en dos diferentes situaciones: durmiendo plácidamente en una mullida cama o decorada con una cobertura color salmón que la destaca cuando queda relegada a un último puesto en la estantería de las facturas.

Nadadora del café
La nadadora del café en plena acción.
Una de las obras preferidas del público revela las piernas de una dama a la que le gusta sumergirse en una taza de café negro. Lamentablemente no recordamos el nombre de esta pieza en particular, pero la denominaremos simplemente la nadadora del café.

También está Donna Lila, una dona regordeta a quien le gusta reposar sus piernas apoyándolas en una oblea, y junto a ella está el caballeroso señor Helado, siempre con sus bochas blancas inmaculadas y su galera inclinada a un costado. Y la lista sigue, conformando una escena que recuerda a la fiesta del té en Alicia en el País de las Maravillas. Un cupcake con orejas de conejo, un macarón rosado que descansa sobre otro amarillo mientras un pajarito hambriento se acerca amenazante, etc.

Lamentamos no haber avisado con mayor anticipación, pero quienes tengan oportunidad de ir hoy (hasta las 21:00) no la dejen pasar, pues vale la pena.

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