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¿Pesadilla en la cocina?

Telefé copió el formato del show norteamericano Kitchen Nightmares, protagonizado por el chef Gordon Ramsay, pero falló en captar la esencia del programa.

La intención está, pero termina siendo un reality show actuado e intrascendente. A continuación, las claves de las fallas, y algunas sugerencias acerca de cómo rescatar a este programa y convertirlo en una digna adaptación del original norteamericano.


Comencemos con un análisis de cómo funciona el show original: el chef Gordon llega al restaurante con problemas. Habla con los dueños, con los mozos, prueba la comida, visita la cocina. Esto mismo lo hizo Christophe. Hasta aquí, todo bien.

Pero una vez cumplido ese primer paso, empieza el trabajo de investigación del chef, identificando los problemas de fondo del restaurante. Detecta las fallas clave y las expone. Christophe se limita a mencionar cosas que están mal; por ejemplo, errores de los mozos, platos mal preparados, desorganización general, excesiva demora en el servicio o suciedad en la cocina. Todos esos son problemas solucionables, pero no se aclara si con la resolución de esos problemas se logra rescatar al restaurante.

Escena de Pesadilla en la cocinaEn segundo término, la actuación. Es muy probable que la versión original de Kitchen Nightmares sea actuada, pero hay muchos detalles que hacen pensar lo contrario. En la versión argentina es al revés, hay muchos detalles que hacen pensar que sí está actuada. Por ejemplo: la clientela devolviendo platos por que llegaron fríos a la mesa. Eso no pasa en Argentina (lamentablemente), y menos en restaurantes que no son de primera categoría. Lo que hacemos los argentinos, por lo general, es aguantarnos el mal servicio o el producto defectuoso, y después quejarnos. Sería más creíble que Christophe impusiera la costumbre de encuestar por escrito a los clientes y luego analizar los resultados de las encuestas para detectar desconformidades.

Por último, la intención: en Kitchen Nightmares, el chef Gordon tiene una real intención de salvar al restaurante (o por lo menos, lo aparenta en forma muy convincente). Si es necesario, recomienda tomar medidas drásticas, como echar a un gerente o a un cocinero y reemplazarlo por alguien más ducho. En Pesadilla en la cocina, se sigue un libreto: llega el chef, critica, se enoja con los dueños, los mozos o los cocineros, les enseña alguna receta, les redecora el local, los hace llorar un poco de emoción, y todos contentos. Pero si el restaurante tenía un problema de fondo, después de todo eso es muy probable que lo siga teniendo.

Gordon Ramsay riéndosePor todo esto, si este programa quiere mantener el rating, debe mejorar un aspecto clave de todo reality show: la autenticidad. Y eso se logra mejorando la intención de que cada episodio haga una real diferencia en el restaurante al que "rescata". Sería interesante que se demuestre creatividad para encontrar soluciones, como hace Gordon cuando emplea técnicas de coaching que ponen en evidencia fallas o errores que la gente se niega a reconocer. Lo que se vio hasta ahora muestra que cada programa sigue un esquema fijo, y si esto no cambia, Pesadilla en la cocina tendrá una corta vida en la pantalla.

Y por último: hay que ponerle subtítulos a Christophe, o ayudarlo a mejorar su pronunciación del castellano.

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