RSS

Con las bocas bien abiertas

Mucha gente en Bocas Abiertas 2014.
El festival Abunda nos había dejado algo de gusto a poco, pero en Bocas Abiertas realmente nos sacamos el hambre. Y no sólo el hambre de comer, sino también de degustar, recorrer, aprender y hasta de reírnos.

Para ser honestos, la principal razón por la que fuimos el sábado pasado al ribereño predio de exposiciones de San Isidro fue para ver a Fabio Alberti interpretando a Coty Nosiglia (la "boluda total") en una sesión en la que enseñó a hacer galletitas 3D. Mucho no aprendimos, pero nos reímos de lo lindo. Abajo se puede apreciar el video con una parte del show de Coty.

El Culebrón Clandestino.
Al llegar al predio, después de estacionar (lo más cerca que pudimos llegar con el auto fue a dos cuadras, debido a la gran concurrencia) tuvimos que pagar un entrada de $ 30 por persona. Realmente no era mucho dinero, y el tener que pagarlo servía para que sólo asistieran quienes realmente estuvieran interesados en aprovechar la feria.

Goulasch con spaetzle.
La recorrida por los puestos merecía hacerse con detenimiento, analizando lo que ofrecía cada uno. Lo interesante fue que en muchos puestos (especialmente en aquellos que se dedicaban a la pastelería) se ofrecían degustaciones gratuitas, con lo cual no era necesario comprar para probar. Incluso los platos en venta tenían precios módicos. Luego de una recorrida exhaustiva resolvimos probar el goulasch con spaetzle de Club Austria y un taco de langostinos de El Culebrón Clandestino. Ambos platos lograron su cometido, es decir, nos gustaron mucho, y nos dieron ganas de ir en un futuro próximo a los respectivos restaurantes para volver a comerlos.

Mini-torta de limón con maracuyá.
Los restauranteurs sanisidrenses se enfrentaron al desafío de trasladar sus cocinas a espacios reducidos y con mínimos recursos, y aún así llevar a cabo producciones que deleitaran a los visitantes. Debieron ingeniárselas y trabajar duro, pero lo lograron. En algunos casos, los puesteros hacían las advertencias necesarias a los comensales si es que los platos tenían alguna falencia debido a las condiciones del lugar. Por ejemplo, a la hora del postre, optamos por una minitorta de mousse compacto de limón con maracuyá, elaborada por Iolo Café & Market. La vendedora nos aclaró que estaba recién salida del freezer, con lo cual nos recomendaba esperar 10 minutos a que se ablandara un poco. "O si no la pueden comer así bien fría, que también es riquísima", nos dijo. Y no mentía; no la dejamos descongelarse del todo, y el interior de maracuyá natural dentro del mousse de limón estaba casi helado y muy rico.

Renombrados chefs en Bocas Abiertas.
Una lástima que el restaurante Sudeste no estuviera representado en la feria; imaginamos que es por que sus dueños mantienen un perfil bajo y no necesitan más exposición que la que obtienen con las recomendaciones de sus clientes. Pero nos hubiera gustado probar una muestra de sus obras culinarias. Quien sí tenía un puesto preferencial en la feria (a pesar de ser de Tigre y no de San Isidro) fue Daksha, con su cocina natural, india y vegetariana. No ofrecía platos elaborados en el momento, pero sí productos frescos envasados en el día. A modo de recuerdo, compramos un paquete de chapatis, esos panes indios tipo panqueques, integrales y muy sanos.

Deambulando por la feria, uno podía cruzarse con renombrados chefs, como Christophe Krywonis o Pedro Lambertini, ambos convertidos en celebridades de la gastronomía gracias a sus participaciones en los programas de El Gourmet. En fin, hubo mucho para ver, hacer y probar en una feria gastronómica al aire libre, que por suerte se vio acompañada por el buen tiempo y se dejó disfrutar al máximo.


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario